La minería ilegal en el Parque Nacional Canaima ha tenido un impacto diverso en las comunidades indígenas milenarias de la zona. Durante nuestras visitas de atención médica primaria en 2017, detectamos indicios de intoxicación por metales pesados entre los miembros de estas comunidades, lo que desencadenó un estudio multidisciplinario para abordar la crisis y encontrar una solución integral y duradera.
Este desafío inesperado se ha convertido en un catalizador para fomentar un diálogo armónico y constructivo entre la comunidad indígena, las autoridades gubernamentales y los mineros locales. Juntos, hemos unido fuerzas para encontrar soluciones que reduzcan la contaminación y, al mismo tiempo, preserven el invaluable patrimonio cultural y ambiental que caracteriza a esta región única.
El diálogo constructivo generó un terreno común donde se establecieron acuerdos y acciones concretas para abordar la contaminación y proteger a la comunidad indígena. Se tejieron relaciones interculturales entre las partes involucradas, fomentando la comprensión mutua y fortaleciendo los lazos que evitaron el surgimiento de conflictos violentos, lo que que sólo habría significado un aumento en la dificultad para alcanzar una solución perdurable.